Al igual que la ley que dice que la tostada siempre cae del lado de la mermelada, el último fotograma siempre sale movido.
El resultado es muy simple: tres cigarrillos en cinco minutos, se cae el bastidor, se rompe un plato y cae una copa que estalla en mil pedazos. Cigarrillo todavía en mano y con bombacha de encaje negro me pongo a limpiar el piso y lavar los platos.
Mientras tanto me pergunto: ¿tan difícil es sacar una foto?