Tuesday 15 February 2011

Una mas y no jodemos mas. O una mas.

Siempre que siento encontrarte te desencuentro, me es imposible seguir de esta manera. Mi cuerpo y alma te quieren, te aman, te admiran. Mi cabeza esta cansada, angustiada, atormentada. Mi cabeza te odia, te juzga y te recrimina. No logro entender como es que te alejaste así, y aún desde allí, escucho tus ahogados gritos. Quiero ayudarte y quiero acompañarte. Quiero sacar lo mejor de vos, se que puedo, si me das la oportunidad. ¿Por qué me das la espalda? ¿No te das cuenta que te estoy amando?
Te conozco y te conozco más de lo que pensas, quizás porque crees que cambiaste, que sos mejor que los demás, me das la espalda y fumas; me das la espalda y te pepeas.
En cada encuentro siento un incendio, intento racionalizarlo y no puedo. Nuestros cuerpos como piezas de rompecabezas, se unen sin esfuerzo; se funden en un abrazo infinito. Nuestras miradas vidriosas, empañadas, se cruzan: tu cabeza intenta contener las lágrimas que la mía ya no puede, dejándolas rodar por mi mejilla. Me besas lentamente, cuidándome. El silencio y una sonrisa. ¿Cómo negar un momento de felicidad plena? Por eso me dejo llevar y pido repetidamente por favor que se repita eternamente.