Friday 15 July 2011

Parentesis

Juro que tengo un pequeño ser dentro de mí.
No, no estoy loca. Es tan real que en este momento siento como boxea mi corazón desde adentro. Sé que me quiere hablar. Pero no quiero. Me rehúso. Me encapriché.
Llevo mis manos al pecho y lo siento, les juro que esta ahí. Quizás deberían meterme uno de esos tubitos con camarita por la boca. Estoy segura que les va a sonreír.

¿Alguien le pasó un cuchillo o algún elemento punzante? Me duele. ¿Vieron en las mudanzas, las cajas grandes de cartón todas selladas con cinta de embalar? Para abrirlas, ¿nunca le clavaron así, sin asco, una tijera, y después recorrieron rápidamente la abertura? Tengo miedo, dudo que mi alojado tenga conocimientos acerca de practicar una operación de corazón. ¿Habrá estudios sobre eso? No sé... Para mí que no. ¿Y si muero desangrada? ¿Alguien esta escuchando lo que digo? Siento que estoy hablando sola, los sonidos generan un eco en mi cabeza. ¿Qué? ¿Hola? ¿Qué son esas voces? ¡¿Pueden parar de gritar?! ¡Basta! ¡Basta, porfavor! Mi respiración... no puedo, no la controlo, no... Basta, porfavor... Basta... Voy a explotar, se los aseguro, voy a explotar. ¡Que alguien los pare!



Qué placer, qué silencio.


¿Qué... es...? No. Puntada en el cerebro. Siento mucha presión. ¿Exploté? ¿Por qué esta todo negro?





¿Hola? ¿Hoooola?